domingo, 16 de septiembre de 2007

Bélgica, Chile, Argentina y Brasil

Desde pequeño uno tiene sueños y estos generalmente se fijan en algún momento de nuestras vidas de manera inconciente, pero luego de permanecer en estado de quiasencia algo gatilla su despertar y nuestra vida cambia.

Seguir un sueño es algo complicado, hay que dejar algunas cosas para tomar otras, y por lo general dejar aquellas “cosas”, es muy difícil. Estoy seguro que no estamos preparados para seguir nuestros sueños. Para seguirlos hay que ser valiente y testarudo dos valores que son complicados de conjugar en nuestras vidas que se destacan por la cotidianidad y tranquilidad alejada de toda aventura y cualquier cosa que signifique arriesgar nuestro bienestar.

Comienzo con estas palabras para contarles sobre un sueño que creo fije cuando tenía unos 12 años y vi por primera vez un grupo de ciclistas pedaleando llenos de cosas en sus bicicletas y avanzaban hacia el sur. Por supuesto eran “gringos”, corría el año 1997 y ver a este tipo de aventureros era algo poco común en un país que se caracteriza por sus bellísimos paisajes pero que a la hora de aventurarse prefiere el confort de la comodidad de sus hogares. (Esto ha estado cambiando en el último tiempo).

Para mi aquella visión significo un desafió tan grande que cada vez que vi un ciclista cargado con sus alforjas viajando en grupo o solitario me imagine yo en su posición en algún momento de mi vida.

Tras varios años de espera y luego de haber echo pequeños viajes en bike a lugares cerca de Valdivia, en el verano del 2006 realice mi primer viaje con una bicicleta prestada y unas alforjas improvisadas. Estaba empezando a cumplir mi sueño. Era uno de ellos de aquellos intrépidos aventureros que divise por primera vez el ´97.

El verano del 2007 y con la experiencia del año anterior y luego de trabajar todo el verano, compre mi primera bicicleta propia y el 1º de marzo emprendí rumbo a mi “Transecto” en dos ruedas verano 2007.

Como compañero de ruta tendría a Lorenzo, un amigo brasileño que también disfrutaba de esto en su país. Junto a él teníamos delante de nosotros un ambicioso viaje.

Saldríamos de Valdivia con rumbo a Los lagos bordeando el San Pedro para luego tomar la ruta que nos dirigiría hasta Riñihue. Tras pernoctar la primera noche allí, seguiríamos hasta Choshuenco (el que conoce la zona se preguntara porque camino. Ya les contare esa historia) y luego a Neltume y Pto Fuy, finalizando allí el segundo día.

El tercer día comenzaría con un lindo viaje en ferry desde Pto. Fuy a Pto Pirihueico y luego tomaríamos rumbo hacia Argentina para llegar a San Martín de los Andes. Desde aquí y junto al Lacar estaba contemplado iniciar el pedaleo por la ruta de los 7 lagos hasta Villa la Angostura, para luego regresar a Chile.

El mapa nos mostraba varios kilómetros esperando por nosotros pero jamás nos dio ni una sola imagen de todas las aventuras que tuvimos en el viaje que me llevo a ser el protagonista de mi propio sueño y en el cual deje de ver a los “gringos” pedaleando, sino que me transforme en uno mas de lo que se atreven a conocer el mundo en dos ruedas.

Primer día. Valdivia- Los Lagos- Riñihue.

Tras varios días de preparar el equipo el 1º de Marzo a las 7 a.m. nos juntamos con Lorenzo en el YPF de la Isla Teja en Valdivia para chequear el aire de los neumáticos y engrasar las cadenas de las bicicletas.

Desde aquel momento ya causamos admiración por algunos transeúntes, ya que además de cargados estábamos vestidos con nuestros atuendos “pro” para pedalear largas horas.

Comenzamos sin mayor problema en una mañana helada y con niebla con dirección a la salida norte para tomar el camino de Santa Elvira y seguir la ruta por la orilla del río San Pedro (mismo río Calle-calle, pero que desde el sector de Collico al Este es conocido con ese nombre también).

El camino húmedo, el ambiente frió, los bosques verdes, el río azul profundo y la niebla baja adornaron el cuadro los primeros kilómetros, por una ruta que la verdad no da mucha dificultad pero que nos quería probar unos kilómetros mas adelante.

Habíamos avanzado unos 15 kilómetros cuando en una subida no muy pronunciada tuvimos la primera pana. Corte la cadena de mi bicicleta.

Las herramientas las habíamos chequeado y rechequeado varias veces por lo cual al cortar la mía de inmediato pregunte a Lorenzo por el corta cadenas para repararla rápidamente y continuar. En aquel momento escuche por primera vez la respuesta que no deseaba. No había corta cadenas. Llevábamos tan solo 15 kilómetros y ya teníamos la primera panne y sin una estrategia clara de cómo solucionarla.

Una posibilidad era que Lorenzo regresara a comprar un corta cadenas a Valdivia, pero aquello atentaría con la famosa prosa de machado y que trato de asumirla como una ley en mis aventuras de modo de generar más aventura sobre la aventura.

“Caminante son tus huellas

El camino nada más;
caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.”

Antonio Machado


La otra posibilidad era improvisar y eso fue lo que hicimos. Inventamos unos arreglos e injertos que me mantuvieron sobre la bicicleta por un tiempo, pero que finalmente generó una falla más compleja. En un momento la cadena se trabo completamente e hizo fuerza sobre el desviador y lo doblo. Quizás no sepan lo que es el desviador, pero más allá de enseñarles mecánica y describirles los componentes de una bici, créanme que es una falla importante. Tras esta prueba y con la moral por el suelo, llevábamos aprox. 18 kilómetros, eran las 11.30 a.m. y nos faltaban muchos kilómetros hasta Los Lagos que era el único lugar donde podríamos arreglar bien la bicicleta, destrabe la cadena, la puse dentro de una bolsa y comencé a caminar con la bicicleta.

Todo esto es parte de la aventura, pero que manera de tener que vivirla, los paisajes ya no me parecían bellos y es más, ni siquiera recuerdo mucho el camino. Pero como dicen por ahí hay que pensar positivo y desde este punto de vista logre aprender bastantes cosas. En tramos planos y ayudados por una cuerda Lorenzo me tiro y así logramos avanzar algunos kilómetros, en las bajadas dejaba a la bicicleta con su inercia y el freno ni pensar en apretarlo, eso me daba la posibilidad de llegar mas lejos al momento de terminar el descenso. Trabajo en equipo y compañerismo una buena lección y solo a 18 kilómetros de Valdivia fue donde la encontré. Increíble. (Vale la pena pensar positivo).

Luego de varios kilómetros así encontramos un colegio y Javier, cuidador del lugar fue quien nos ayudo con el arreglo. Como caído del cielo él tenia en su casa un eslabón para la cadena. Un sistema para solucionar la panne sin necesidad de un corta cadenas. Arreglamos el desviador y gracias a Dios pudimos continuar en dirección a Los Lagos a velocidad de crucero.

En el balseo de San Javier no puedo dejar de mencionar nuestra conversación con Juan que es el hombre que mantiene la barcaza que cruza el río. Un caballero, una persona buena de verdad, de un corazón lleno de amistad y que hasta el día de hoy recuerdo como una muy buena persona. Nos dijo la ruta que debíamos seguir hasta la carretera para luego tomar Los Lagos. Aquello lo seguimos rigurosamente en función del mapa que el muy amablemente dibujo en mi cuadernillo. Sorpresa nuestra fue que cuando estábamos buscando la salida hacia Riñihue apareció tras de nosotros montado en su bicicleta con una mochila cargada de unas ricas y jugosas manzanas. Nos siguió desde el balseo con solo aquel propósito, apoyarnos con alguna cosa en nuestro periplo. Creo que nuestra aventura le pareció tan quijotesca que si hubiese podido se hubiese unido a nosotros sin ninguna duda. Grande Juan.

El viaje continúo sin problemas y pudimos observar un lindo paisaje del San Pedro hasta el sector de Quinchilca, luego pasamos por Folilco y desde aquí y hasta llegar a Riñihue el camino no cambio. Rectas interminables, muchos kilómetros planos desgastaron nuestro espíritu y nos llevaron a pedalear varios kilómetros luchando solos contra nuestro cansancio.

1 comentario:

Uschi dijo...

Felipe, gracias por compartir tus experiencias y aventuras con nosotros. Muchos tenemos suenhos y ganas de aventurarnos en distintos caminos, pero pocos los llevan a cabo. gracias tambien por darnos un ejemplo de como ponernos en accion.
Son este tipo de situaciones en que conocemos a grandes personas y aprendemos mucho, espero seguir compartiendo contigo el amor por estas "cosas". Vamos con RUKA!!!!!
y la bici, ya viene la inauguracion!!!!

Felicidades por el blog, sigue cultivando el don de la escritura, lo que si, revisa tu ortografia. si necesitas ayuda, dime. me gusta el tema.