domingo, 16 de septiembre de 2007

Costa Valdiviana

La costa Valdiviana comenzando por el norte con la playa de Mehuin y hasta la barra del Rio Bueno en el sector Sur, oculta un sin fin de maravillas que deslumbran al hombre aventurero y generan inspiracion en el poeta.

Caletas de pescadores, reservas costeras y playas virgenes entablan alianzas que generan paisajes unicos. El reconocimiento de cada uno de ellos fue una larga aventura segmentada temporalmente, pero que en conjunto me dieron a conocer la verdadera costa Valdiviana y cada uno de sus encantos.

Son las 9.00 am y junto a mi gran amigo Carlo Cornuy nos reunimos en los "expreso a la costa" . El dia esta nublado, por lo cual dudamos de realizar nuestro proyecto costero, pero luego de unos minutos dicidimos dar pie a nuestra empresa. La idea era avanzar por la playa desde el sector de San Ignacio hasta Curiñanco sorteando cada uno de los roquerios que existen entre cada uno de estos.

Nos subimos al minibus , que a esta hora de la mañana se encuentra casi vacio (cosa poco usual), al parecer el dia grisaceo ha mantenido a la gente calientes dentro de sus camas. Luego de unos 3o minutos de viaje, llegamos a la playa de San Ignacio, lugar que nos habiamos propuesto para comenzar nuestro Transecto costero.

La mañana está fría y nos susurra al oído advirtiéndonos de lluvia, pero amigablemente y entendiendo nuestra estancia en aquellos parajes, se contiene y nos amina a continuar. El sector de San Ignacio se embellece aún más en un día como éste, los colores contrastan artísticamente con el verde húmedo-brumoso de los cerros que abrazan aquellos caseríos que caen frenéticamente hasta las oscuras arenas y requeríos que dan fin a tierra firme y dan el inicio al viaje trans-horizonte.

Para nosotros la conjunción de la tranquilidad espiritual que entrega el observar el constante y perfecto ir y venir de las olas se contrapone con la intranquilidad perpetua de las familias que cada mañana ven salir a sus hombres alejarse en sus pequeños botes e internarse en “la mar”. El sustento de cada uno de ellos depende de que tan solidario se comporte el día de pesca y que tan abundante se encuentre la fauna marina. Este es un trabajo duro y arriesgado y lo más espeluznante es que es una realidad que condena y que se perpetúa generación tras generación.

Esta gente de mar continua utilizando antiguas metodologías para la extracción de los productos. Usan motocompresores los cuales tienen metros y metros de mangueras que terminan en una especie de "pulmón" que los pescadores introducen en su boca de manera de obtener aire. En muchas ocasiones al momento de salir desde las profund
idades del mar, estos arriesgados trabajadores sufren descompresiones que hasta en algunos casos resultan fatales.

Los roquerios comienzan a alentar nuestro ritmo, que si bien ya es pesado por la arena, este ahora se hace mas peligroso en el saltar continuamente por sobre rocas mojadas. Nos sentimos como verdaderos nómades de tiempos pretéritos caminando y sorteando todo tipo de obstáculos en búsqueda de alguna bahía mas protegida para poder levantar un campamento.

Desde el comienzo recordamos historias de antiguas salidas, como el primer ascenso al cerro de punucapa, desde el cual logramos ver toda la isla teja desde atrás, recordamos algunos campamentos, aquel de la isla y
bueno muchas otras aventuras. Fue con esta conversación y con el fondo costero que decidimos darle fuerza al proyecto de Ruka. La idea de formar el grupo outdoor ya se venia proyectando desde hace algún tiempo junto con Angélica, Daniela y Carlos, pero faltaba organizar todo de mejor forma. Decidimos realizar una reunión y comenzar a hacer salidas mas constantes de manera de poder mostrar a mas gente lo maravillosas que son las caminatas y el compartir intimo con la naturaleza. La conversación continuó y el sonido de las gaviotas cahuil siempre de fondo, el tic-tac del mar nos indicaba una linea temporal propia y nuestras pisadas que mostraban la senda que dejabamos atras.

Cuando llegamos a la playa rosada, nos encontramos con aquel típico hombre de m
ar que con poca indumentaria sale a pescar desde la orilla de la playa. Era un hombre de unos 65 años, de los cuales probablemente se ha pasado el mismo numero en estas playas. Su propósito es llevar la comida al hogar y sus herramientas son simplemente lienza enrollada en un troso de PVC y un anzuelo.

Ya a esta altura, en playa rosada, comenzamos a preguntarnos que hacia un perro siguiendonos desde San Ignacio. Era un pastor alemán bastante juguetón que se unio a la expedición y no dejo de seguirnos en ningún momento. En un momento del recorridose metio al mar y producto de las olas quedo en el medio de unos pequeños roquerios. Ladro y ladro pensando que de esa forma podia contra el baño salado, pero tan solo luego de unos 3 minutos de desespracion y la recogida de la ola, logro salir de su propia alcatraz.

Cruzar los roquerios no es tarea fácil, es nesesaria destreza y agilidad. En varias oportunidades la humedad nos hizo resfalar afortunadamente sin nada grave que lamentar, tan solo un pequeño corte en la mano de Carlo. Una recomendación es estar siempre seguro donde pisar, ojala hacerlo en dias secos donde las rocas no esten humedas y porsupuesto jamas pisar sobre las algas. Entre San Ignacio y playa Rosada, existe un sendero, es una buena idea tatar de seguirlo, es usado por los pescadores o la gente en general que se mueve entre las playas de manera mas rapida que caminando por la carretera. Despúes de playa Rosada la senda desaparece en algunos tramos, pero es siempre fácil de volver a rastrear tras algunos metros.

Luego de playa Rosada, esta el sector denominado punta Loncoyen, esta parte es imposible de sortear por las rocas a no ser que se cuente con equipo de cuerdas para poder rapelear unos 80 mts. Lo recomendado es, al final de playa rosada, y tras unas casetas de materiales de los pescadores seguir un sendero que sube hasta el camino. Antes del camino caminar en direccion norte y buscar un pequeño arroyo, cruzarlo y seguir el sendero que ahi veran. Este sendero los llevara hacia una casa, antes de entrar al sector mas conlindante a la casa hay un letreo que dice cuidado con el perro. Pasen en silencio porque el perro es verdaderamente peligroso. Aqui se debe bajar y se llega nuevamente a la playa.

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